JUNTA DE CATEQUESIS
Diócesis de Bahía Blanca
RESONANDO

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Nº 57

Nº 57
En esta edición:
-
María en la vida del Pueblo.
-
María en la Biblia.
-
María en la reflexión de la Iglesia.
LA Virgen María
Madre de Dios, Madre del pueblo
Espejo de la vida
Cuando eran niñas, las hijas del señor Raúl escuchaban al despertar la voz murmurante y ronca de su padre, frente a un antiguo cuadro de
la Virgen María. Tal era la forma coloquial e insistente de la conversación que parecía que estuviese alguien con él. Quedaron atentas y curiosas. Con el pasar del tiempo, recompusieron la siguiente letanía: “Virgencita de Luján, protege el matrimonio de Edith: pero, Virgencita de Fátima, ¿y el trabajo de Pablo?; ¡ay mi Señora de Lourdes, libra nuestra familia de las enfermedades; María Auxiliadora, vela por hijos pequeños que Julia y yo vamos a tener; finalmente Virgencita de Itatí, ayúdanos a vivir amando a Nuestro Señor y a morir bien para estar contigo en el Cielo.” Amén.
Un cierto día, las niñas se pararon frente al papá y le dijeron: “Pero, ¿al fin la Virgencita no es la Madre de Dios? ¿Y cuántas madres piensas que tiene Dios?
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265 conversando y respondiendo
593 - ¿Ustedes conservan algún recuerdo de la niñez relacionado con la Virgen María? ¿Cuál?
594. ¿Ustedes conocen otras advocaciones para invocar a la Virgen María, además de las del señor Raúl?
595. ¿Cómo explican ustedes los diversos títulos dados a María?
María en la vida del pueblo
La presencia de María es viva y fuerte en medio del pueblo. El pueblo católico demuestra su amor y cariño a María, María de Nazaret, de diversas maneras: maneras: Rezando el Rosario, realizando peregrinaciones y promesas; el mes de María; el nombre de María y sus títulos como nombres elegidos para las hijas; movimientos marianos; letanías, jaculatorias y consagraciones; rezo de novenas, misas de oficio a las diferentes patronas; cuadros o imágenes de María en las casas; uso de medallitas, las coronaciones de la Virgen, etc.
¿Qué puede estar detrás de todo eso? ¿Qué estaba detrás de las letanías del señor Raúl?
-
La certeza que María participa y tiene un papel muy importante
entre los que "están vivos en Dios", (“Mi Santa Madre,” “Nuestra
Señora”, ella está cerca de Dios; está en el cielo); es Madre de Dios
y en ella se puede confiar;
-
La convicción de que es Nuestra Madre, está “viva en nosotros”;
ella no se olvida y no abandona a sus hijos; a ella siempre
podemos recurrir, pues entiende nuestras angustias: “protege
nuestro matrimonio”, “libra de las enfermedades”, ayuda a encontrar
trabajo”; María consuela, sustenta, protege y está cerca del pueblo.

No obstante, delante de este gran “Perchero” donde está el bonito ropaje de la devoción popular a María, la catequesis tiene la misión de:
-
Ayudar a separar algunas costumbres que no se ajustan a la comprensión del verdadero papel de María en el proyecto de Dios como:
-
La exageración en la devoción, colocando a María casi en el lugar de Dios: al considerar a María como más importante que Cristo; ser más mariano que cristiano;
-
Se percibe a María como “en las nubes”: reina, santa, señora y se desconoce a María de Nazaret, mujer de sufrimiento y del día a día; o ver a María como aquella que recibió todo rápido, fácil y transparente y ya conocía todo respecto a Jesús;
-
La confusión de María con las diferentes “Virgen de la…”; el individualismo y el intimismo en la práctica devocional, una práctica que crea dificultades para el ecumenismo.
2. Colocar piezas de ropa que faltan para completar el guardarropa de María y volverlo más bonito:
-
Percibir el lugar de María con relación con al Reino de Dios, con su “SI” permitió que la gratuidad del Padre se manifestara en la historia de los seres humanos, engendró al Hijo de Dios y permitió que el espíritu fecundase de la gracia a toda la humanidad;
-
Ver a María como discípula fiel, seguidora de Jesús, realizadora de la Nueva Alianza; ver sus acciones como signo del reinado de Dios: osadía, servicio, misericordia, ternura, compasión, defensa de la vida, fortaleza, esperanza y combate del anti-Reino.
-
Situar a María en su tiempo, en el contexto social, político, y cultural de su época;
-
Recuperar la lectura bíblica sobre María: continuadora de la tradición de las grandes mujeres del Antiguo Testamento y presente en los relatos de las experiencias de fe de las primeras comunidades.
-
Profundizar los aspectos litúrgicos del culto mariano.
-
Entender bien la reflexión teológica de la Iglesia sobre María.
María, mujer de su tiempo
Miriam (María en Hebreo) nació en Nazaret de Galilea en un
contexto en el cual el ideal de vida que se presentaba para las
mujeres estaba reducido al ámbito privado: la familia y la casa.
Las mujeres no tenían participación en la vida pública, no
hablaban en la calle y salían cubiertas con el velo, no recibían
educación intelectual (salvo escasas excepciones) las mujeres
eran analfabetas y no participaban en los ritos religiosos del
templo. Esto ocurría en todas las culturas, tanto en el mundo
judío en el cual creció María como en el ámbito grecorromano
en el que después se difundiría la Iglesia.
Judía, perteneciendo a una familia humilde, María vivía
su día a día como cualquier otra esposa, madre y ama de
casa de su época. Era la “María del hogar”. Pasaba sus días
observando los mandamientos y fiel al Señor, su Dios. María
experimentaba lo que es ser mujer en un determinado contexto histórico y cultural.
Como joven israelita vive en un contexto socio-político – económico -cultural y religioso con ciertas características: antes de casarse era propiedad del padre y luego del esposo (Gn 3, 16) incluso si quedaba viuda; sufría de discriminación a causa de la menstruación (ley de la pureza ); encerrada en el hogar, no tenía derecho a la misma herencia que un hombre ni a divorciarse, en su vida pública debía pasar desapercibida; no podía hablar con hombres fuera de su hogar; excluida del templo y de la liturgia; exenta de estudiar La Torah, tenía un lugar reservado en las sinagogas.
En ese medio ambiente concreto, ella acoge y participa de la buena nueva de su Hijo Jesús en su papel de mujer. Participa de la nueva comunidad igualitaria entre el hombre y la mujer. María ‘Primera Cristiana” participa, entonces, del grupo de las mujeres de la primera hora que asimilaron la novedad del cristianismo. La imagen sumisa y alienada de María, que muchas veces se presenta en la catequesis, no corresponde a la María seguidora de Jesús en los evangelios. ‘’María de Nazaret… lejos de ser una mujer pasivamente sumisa o de una religiosidad alienante, fue si, una mujer fuerte, que conoció de cerca la pobreza y el sufrimiento, la fuga y el exilio” (Pablo VI).

María en la Biblia
La Biblia es la primera fuente para la hablar sobre María. Sin embargo, no nos da detalles sobre su vida. Los evangelios giran en relación de Jesús y de su evangelización: el Reino. Fueron escritos mucho después de la resurrección con la finalidad de ayudar a las personas y a las comunidades a rehacer la experiencia de los discípulos, en el seguimiento de Jesús.
Las comunidades cristianas fueron descubriendo, poco a poco, la importancia de María. Los textos sobre María quieren ayudar a entender quién es María para Jesús y su causa y cuál es el lugar de María en la comunidad de los seguidores de Jesús. El escrito más antiguo de carácter mariano se encuentra en el Nuevo Testamento en Gal 4,4.
MATEO: muestra a Jesús como el Hijo de la promesa del Señor concebido por la acción del Espíritu Santo (MT 1,18-23), por María, esposa de José, ella vive en gran intimidad con su hijo. (MT 2, 11.13.14.20)
MARCOS: habló poco de María. La enumera entre los parientes, que tienen dificultades en aceptar a Jesús (Mc 3,31-35) cuando resalta el nuevo tipo de relación entre las personas a partir del Reino de Dios; la presenta como a la Madre del despreciado por los de su propia tierra. (MC 6,1-6)
JUAN: da a María un lugar especial en la misión de Jesús, situándola en el tiempo de los signos, y en la "hora de Jesús". Está presente en el comienzo de la misión del hijo, en las bodas de Caná (Jn 2, 1,11) y en la “hora de Jesús” (Jn 19,25 27) esto es, en el momento de su muerte, junto a las demás mujeres y al discípulo, como Madre amorosa de la comunidad cristiana.
LUCAS: trata la Buena Nueva en María
de manera más detallada. Presenta a
María como:
-
Seguidora y discípula ideal: acoge
en la fe la propuesta de Dios
(Lc 1,26-38; 1, 45); medita y guarda
en su corazón tan admirables conocimientos (Lc 2,19; 2,51b); traduce la fe en gestos de servicios (Lc 1, 39-45; 8, 21; 11, 27-28);
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Abierta a los riesgos de la fe: el “SI” de María (Lc 1,38) y las consecuencias que le profetizó Simeón (Lc 2,34s); ella no comprendía muchas cosas (Lc 2, 50); aceptó la nueva manera de entender la familia y sufrió al separarse de Jesús (Lc 8, 19-21; 18, 28-30);
-
Sencilla, asume la causa de los pobres: joven de Nazaret, en Galilea (Lc 1, 26), ciudad sin importancia (Jn 1,46; Jn 7,52); María y José no son ricos y Jesús nace pobre (Lc 2, 12); presenta la ofrenda de los pobres (Lc 2,22-24; cf. Lev 12, 6-8; 5,7); canta el “Programa del Reino de Dios” denunciando la injusticia con indignación y proclama la esperanza para los pobres (Lc 1,46-55).
-
Está presente en la comunidad cristiana: madre, hermana, compañera, discípula, maestra, continúa la misión de Jesús, participando de la acción creadora del Espíritu (Hch 1,14; 2, 1-4).
APOCALIPSIS: en el capítulo 12 habla de una mujer espléndida en disputa con el dragón. Este texto es usado por la Iglesia en la fiesta litúrgica de la Virgen María, colocándola como símbolo de esperanza, de victoria de la comunidad fiel en la lucha contra las propuestas anti-Reino.
María en la reflexión de la Iglesia
Muchas preguntas sobre María, realizadas en la catequesis, no encuentran respuestas sólo en la Sagrada Escritura. Es necesario recurrir a aquello que la Iglesia, en la Tradición de la fe ha enseñado. El Magisterio de la Iglesia (Obispos junto al Papa) definió algunas verdades sobre María: los dogmas. Ellos son como placas de señalización que conducen a la VERDAD: JESUS y cuando hablan acerca de María, muestran que es una persona humana, muy especial. Son cuatro los dogmas marianos:
-
MARIA MADRE DE DIOS: definido por el Concilio de Éfeso, en 431. María es madre del Hijo de Dios encarnado. No es diosa, pero está en una relación especial con la Santísima Trinidad: es hija agradecida de Dios Padre; es madre, educadora, discípula de Dios Hijo; es fecundada por Dios-Espíritu Santo e íntima de Él. Es Madre de la Iglesia. Es nuestra Madre, enseñándonos a cultivar, en la comunidad cristiana, “entrañas de madre”: la ternura, el cariño, la protección sobre todo hacia los más necesitados.
-
VIRGINIDAD DE MARIA: definido por el Concilio de Letrán, en 640, afirmando que María concibió a Jesús sin tener relaciones con José, que dio a luz de manera extraordinaria y continuó siendo virgen para siempre. María, criatura sencilla, diciendo SÍ, dejándose modelar por el Espíritu Santo, engendrando a Jesús, da lugar a la manifestación gratuita de bondad de Dios. Como tierra buena y fecunda deja que Dios realice maravillas y engendre vida nueva y plena. Como María, todos nosotros, nos podemos abrir a la vida y engendrar nueva vida, fecundando las semillas del Reino en la comunidad y en la sociedad.
-
LA INMACULADA CONCEPCIÓN: proclamado por Pío IX, en 1854, confirmó lo que la fe y la piedad mariana siempre intuyó: María es pura y sin pecado desde su concepción. María por una gracia especial, realizó el sueño de Dios para todas las personas: “seremos santos e inmaculados frente a Dios” (Ef 1,4). Fue pre-redimida por Cristo. Nació como una persona más integra que los demás, sin embargo, no todo estaba listo desde su nacimiento. Libre para acoger la propuesta divina, caminó y enfrentó los desafíos del seguimiento de Jesús, sin desviarse de camino. En ella, nosotros que participamos del misterio del mal y de la iniquidad, encontramos la esperanza y la seguridad de que la “gracia de Dios” es mayor que el pecado y siempre nos salva.
-
LA ASUNCIÓN DE MARÍA: En 1950, acogiendo las manifestaciones
de la devoción popular que siempre celebró el “sueño profundo de María”
Pío XII proclamó que la persona de María está junto a Jesús, glorificada.
Dios la asumió, y transformó todo lo que ella fue e hizo en su peregrinar
por este mundo. Ella nos indica la vida en plena comunión, en el amor que
nos espera. Como “viva en Dios” ella continúa acompañándonos como
“Madre amorosa”.

Rezando y trabajando el tema.
1. Ambiente: alegre y acogedor
2. Material necesario: Biblias, una linda imagen de la Virgen María, (o aquella más próxima a la comunidad), cintas de papel crepe de varios colores, fichas de cartulina (en cada ficha estará escrito el nombre de alguna fiestas litúrgicas marianas), (pueden consultar el Misal Romano).
3. Desarrollo:
-
Canto: Un canto Mariano apropiado.
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Texto Bíblico: Jn 2,1-11
-
Momento de silencio e interiorización.
-
Reunirse en grupo, y realizar las siguientes tareas:
-
Reflexionar el texto, tratando de percibir cómo se da la mediación de María en las Bodas de Caná y cómo esta mediación sucede hoy en día;
-
Reflexionar sobre el significado de una fiesta litúrgica Mariana.
-
Elegir un verso de una canción Mariana bien conocido por el grupo, que todos cantarán durante la presentación.

4. Oración final:
se reza la siguiente oración:
Madre de Dios y Señora Nuestra, enséñanos tu disponibilidad, para que jamás haya resistencia, en nuestro corazón, a la santa voluntad del Padre.
Repetimos: Ven, María, ven. Ven a ayudarnos en este caminar tan difícil, rumbo al Padre.
Conocemos tu peregrinar en la fe, por eso te pedimos perseverancia, pues no siempre es fácil asumir el proyecto de Dios en nuestra vida.
María de Nazaret, tú que trajiste el verbo de Dios en tu corazón y en tu mente, antes de concebirlo en tu seno, ayúdanos a ser morada de Cristo y portadores de vida para el mundo.
María de Belén, viste nacer la justicia, cuando nos dabas a Jesús: que nunca nos falte la certeza de la fidelidad a Dios.
María de Caná, que afligida conducías a los que sufren hacia Jesús: continúa siendo para nosotros ejemplo de confianza en la gracia que hace brotar el vino nuevo del amor y de la alegría.
María del Calvario, que a la sombra del árbol de la vida viste la gloria de Dios revelada en el misterio de la Pasión: ayúdanos a creer en la vida que revierte de las trampas de la muerte.
Madre de la Iglesia, que guardaste el Don del Espíritu Resucitado con alegre expectativa y te hiciste Don para tu pueblo: continúa caminando para nosotros, para que seamos la Iglesia del testimonio y del amor. Amén.


266 conversando y respondiendo
596. ¿Cuál es el nombre de la fiesta litúrgica donde María sube al cielo?
597. ¿Qué aspectos de la vida de María resalta esta fiesta?
598. ¿Cómo esta fiesta está relacionada con la persona de Jesucristo?
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Nº 58

Nº 58
En esta edición:
-
Conciencia social.
-
Evangelización y compromiso social.
-
El trabajo en la CEB.
FE y COMPROMISO SOCIAL
Espejo de la vida
El hombre entró en el taxi con una bomba a punto de explotar. El conductor del taxi se quedó preocupado y dijo:
-
Señor, ¿cómo piensa usted que yo voy a conducir tranquilo con ese peligro a mi lado? Por favor, ¡coloque esa cosa en el baúl!
267 conversando y respondiendo
599. ¿Qué piensan ustedes de las actitudes de los personajes de la historia?
600. ¿Qué nos enseñan sobre la responsabilidad social del cristiano?
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Somos corresponsables unos de otros

Nadie vive solo. No se puede intentar resolver los propios problemas, sin importarnos los problemas de los demás. Como dice el dicho: todos estamos en el mismo barco. Si el barco se hunde…
Esto mismo sucede en el medio ambiente, la economía, el trabajo, la política, la educación, los pasatiempos, la vida afectiva y familiar… Las vidas de los seres humanos están entrelazadas.
Luchar por una mejor calidad de vida sólo para sí mismo es pérdida
de tiempo. Cuando la sociedad va mal, nos afecta a todos.
Necesitamos aprender a sentir en nuestra piel los sufrimientos
de los demás. A esto se le llama compasión. Sólo a través de la
compasión seremos capaces de aliviar los sufrimientos propios y
ajenos.
Nadie se salva solo. Es Dios quien nos salva por medio de su amor.
Cuando nos amamos unos a los otros, como Dios nos ama, todos somos salvados. ¡En el Reino de Dios nadie entra solo!
268 conversando y respondiendo
601. Leer Jn 15, 7-27 y responder: ¿Cuál es la misión de los amigos de Jesús en la realidad de hoy?
602. ¿Por qué el cristiano no puede olvidar su responsabilidad social?
VIVIR BIEN AQUÍ Y AHORA
Ser cristiano no es simplemente ser bautizado e ir a la Iglesia de vez en cuando. Ser cristiano es seguir a nuestro Maestro, Jesucristo: aprender con él a vivir bien en el mundo de hoy y enseñar eso a todos (evangelización).
Vivir bien y vivir en armonía consigo mismo, con los seres humanos, con la naturaleza y con Dios. Concretamente, vivir bien exige la práctica de la misericordia, la defensa de la justicia, la amistad, el amor, el compañerismo……
Algunas personas piensan que los cristianos no se preocupan de la vida terrena, pues sólo piensan en la eternidad y “lo espiritual”. Nosotros, los cristianos, no obstante, creemos que la vida eterna continuación de la vida terrena. Quién no comienza a vivir bien aquí y ahora mismo, no estará preparado para vivir en la eternidad.

269 conversando y respondiendo
603. ¿Para ustedes, qué es vivir bien hoy en día?
604. ¿Qué le falta a nuestra comunidad para vivir bien?
Un poco de historia.
Muchos cristianos son conscientes hoy de su responsabilidad social. Pero no siempre fue así. Por muchos años los cristianos vivieron muy poco la dimensión social de la fe.
En la Edad Media, la caridad era vista como un deber individual y se resumía en dar limosnas. A partir de la época moderna, algunas órdenes religiosas surgirán para cuidar enfermos, huérfanos y ancianos abandonados. Sin embargo, estas eran iniciativas aisladas, muchas veces incomprendidas y hasta perseguidas.
En el siglo XIX fue una época de muchas transformaciones. La revolución industrial transformó la economía de Europa y creó nuevas formas de explotación y miseria.
Ante esto, surgieron innumerables iniciativas volcadas hacia la promoción humana. Y el Papa León XIII escribió la encíclica RerumNovarum («sobre la condición de los trabajadores») y en ella denunció la explotación de los trabajadores por parte de las industrias. Así comenzó lo que hoy llamamos “Doctrina social de la iglesia”.
En el siglo XX, los laicos, comienzan a actuar de manera significativa en la trasformación social, a través de la Acción Católica. Otros papas escribieron sobre los problemas sociales de sus épocas, dando continuidad a la Doctrina Social de la Iglesia.
El Concilio Vaticano II (1962-1965), dejó bien claro que la Iglesia estaba regresando a las raíces y asumiendo de una vez su responsabilidad social. Su papel no es de criticar a la sociedad, pero sí de colaborar para que haya una transformación de las estructuras sociales injustas.
270 conversando y respondiendo
605. ¿Qué cambios podemos notar en las actitudes de los cristianos de ayer y los de hoy, con relación a su responsabilidad social?
Consciencia social.
Hoy, la Iglesia, tiene una fuerte conciencia de dimensión socio – transformadora en la acción evangelizadora. No se puede hablar del amor al prójimo si ese amor no se concreta en hechos de solidaridad, justicia social, combate a la miseria y a la desigualdad, respeto por las diferencias sociales, etc.
Es por esto que las comunidades están ampliando su actuación juntamente con los organismos de la sociedad. Las Comunidades Base (CEBs) están articuladas con los movimientos populares en lucha por una mejor vida para todos.
Las iglesias cristianas se están esforzando para superar las diferencias y uniendo fuerzas en la lucha por la vida.
Una señal de este esfuerzo son las campañas ecuménicas con la mirada puesta en el bien común.
En Argentina los cristianos mostraron su preocupación
por el tema en el Primer Congreso Nacional de Doctrina
Social de la Iglesia en mayo de 2011.
Con el objetivo de realizar aportes, desde distintos
sectores, para promover políticas públicas que
garanticen el cuidado de la vida, el desarrollo integral y
la erradicación de la pobreza como prioridad nacional del
Bicentenario 2010-2016, fue convocado por la Conferencia Episcopal Argentina. El Congreso, que se realizó en la Arquidiócesis de Rosario, surgió como una iniciativa de los Obispos de todo el país que, reunidos en asamblea plenaria en noviembre de 2009, hicieron un llamado a la acción a los cristianos y a la ciudadanía en general, como agentes de transformación de la vida social, económica y política del país, alentándolos a dar el paso de habitantes a ciudadanos responsables.
Hoy, cristianos de diversas Iglesias y numerosos voluntarios, sin distinción de credos o procedencias, trabajan juntos en iniciativas solidarias y de transformación social. La Red Solidaria, numerosas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), Cáritas y muchas otras asociaciones dan respuestas a los problemas más urgentes de la sociedad. Así se multiplican los hogares para chicos de la calle, los talleres de trabajo, los centros para asistencia a drogadependientes y alcohólicos, las asambleas barriales, los planes de viviendas económicas y muchas otras obras.

271 conversando y respondiendo
606. ¿Qué trabajos sociales son desarrollados por tu comunidad? ¿Existen necesidades?
607. ¿Qué trabajos podrían o deberían desarrollar?
Trabajo de las CNBB






La Conferencia Nacional de los Obispos en Brasil (CNBB) está desenvolviendo un fuerte trabajo de concientización en la sociedad y principalmente en la comunidad cristiana. Merece destacarse entre muchas pastorales, de nivel nacional.
Las CNBB, en su acción evangelizadora están organizadas
a partir de las siguientes dimensiones:
-
Comunitaria y participativa.
-
Litúrgica.
-
Bíblica –Catequética.
-
Misionera.
-
Ecuménica y diálogo religioso.
-
Socio - transformadora.
Las varias dimensiones se interpretan y se enriquecen mutuamente. Eso quiere decir que toda acción catequética tiene un lado:
Comunitario: sustenta y fortalece la vida comunitaria;
Misionero: abre nuevos caminos para evangelizar a las personas;
Ecuménico: acoge y une a diversas comunidades.
Litúrgico: alaba a Dios por las maravillas de la creación y de la salvación.
Socio-transformador: colabora para la transformación de estructuras injustas en la sociedad.
La CNBB, en su dimensión socio-transformadora está organizada por sectores
Estudio religioso
Comunicación
Pastoral Social.
El sector de Pastoral social consta de diez pastorales y tres organismos: Caritas tiene como objetivo promover, animar, organizar y participar de iniciativas en beneficio de los excluidos, para ofrecer a todos condiciones de vida digna.



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"Documento de Aparecida"
178-180
272 conversando y respondiendo
608. ¿En su diócesis, cómo está organizada la dimensión socio-transformadora?
609. ¿Qué pastoral social y que organismos están trabajando?
610. ¿Cómo la catequesis puede colaborar con la Pastoral Social
Fe y política.
Política viene del griego polis quiere decir ciudad. La política es el arte de la convivencia entre las personas. Está presente en todas las relaciones humanas. Hacemos política todo el tiempo: en la familia, en la comunidad entre los amigos….
La política tiene mucho que ver con la fe, pues la fe en el Dios de Jesucristo nos llama a convivir bien con todos, a luchar por la justicia social, y a practicar la solidaridad.
Muchos tienen una visión negativa de la política, la asocian con fraude, corrupción y disputas desleales por el poder. Este preconcepto sólo sirve a los intereses de los poderosos que de esta manera mantienen al pueblo alejado.
Otros piensan que política es sinónimo de elección. Piensan que “hacer política” es sólo concurrir a cargos públicos. Es una visión muy corta de lo que es política.
Es necesario superar este preconcepto y saber que la política es una realidad esencial en la organización de la sociedad.
La política es un tema central en la Biblia. El Dios de la Vida se revela en las relaciones sociales, al lado de los pobres y marginados. Las actitudes de Jesús tienen clara dimensión política, pues interfieren directamente en las estructuras de poder y en las relaciones sociales.
273 conversando y respondiendo
611. ¿Por qué creen que hay tantas personas que insisten en separar fe y política?
612. ¿Cómo debe ser la acción de los cristianos en la política?
613. ¿Qué podemos hacer para evitar que la religión sea “usada” por políticos mal intencionados?
Clientelismo contra participación.
En América Latina, la vida política está muy marcada por el clientelismo: el pueblo se acostumbró a cambiar votos por favores personales. En una sociedad en que la mayor parte de la población carece de educación, salud, vivienda y otras cosas esenciales, esto es fácilmente usado para comprar votos.
Grupos, organizaciones, movimientos religiosos y grandes empresas
hacen lo mismo: financian campañas de candidatos que, elegidos, hacen
de todo para favorecer a “sus amigos” y olvidan al pueblo.
El otro lado del proceso es que los electores se vuelvan clientes de los
políticos, esto es, pasan a depender de ellos para obtener como favores
aquellas cosas que serían derechos. Esto se convierte en un círculo vicioso.
El bien común y la justicia social quedan a un lado.
Nosotros, los cristianos, queremos una sociedad en que todos tengamos un mínimo necesario para vivir con dignidad. Esto implica concientizar al pueblo en contra del clientelismo y promover una participación consciente en la política, en vistas del bien común.

¿Cómo participar?

Es el único camino que puede llevar a una transformación radical de las estructuras sociales, al fin de la miseria y la injusticia es la participación política: participar en el ejercicio del poder como ciudadano, votar correctamente, fiscalizar la actuación de los gobernantes etc.
No todos los cristianos pueden ser políticos profesionales. Esa es también una vocación muy especial a la cual no todos estamos llamados.
Pero todos los cristianos tenemos responsabilidades políticas:
-
Debatir propuestas y proyectos favorables al bien común.
-
Fiscalizar, apoyar y /o criticar los trabajos de políticos
profesionales.
-
Participar de los principales acontecimientos y debates.
-
Elegir partidos y candidatos comprometidos con las causas populares.
-
Votar consciente y responsablemente.
-
Promover la participación de todos en las diversas instancias de poder.
Hay políticos que se dicen cristianos con el único objetivo de obtener la simpatía de los electores, por eso el motivo para elegir un candidato jamás elegir por lo que dice, sino por sus acciones.
Hay muchos que se dicen católicos, van a misa pero son incapaces de ir contra las injusticias. También el simple hecho que el candidato frecuente uno u otro templo no debe ser de importancia a la hora de elegir. Lo verdaderamente importante es lo que él mismo haga en favor por la vida, la participación y la justicia social.
¿Cómo participar?
Catequesis y compromiso social.
La catequesis tiene una gran responsabilidad social. Ella debe concientizar al catequizando y su familia en la responsabilidad social, en el esfuerzo por cambiar la situación socio-política
La catequesis tiene la misión de:
-
Desarrollar una fuerte conciencia política, para que todos votemos con responsabilidad en las elecciones y nos mantengamos atentos a los poderes públicos;
-
Despertar personas de todas condiciones sociales para el trabajo voluntario en favor de los más necesitados; especialmente aquellos que son profesionales (médicos, abogados, psicólogos, pedagogos, etc.)
-
Desarrollar el sentido crítico del catequizando frente a las injusticas, los clientelismos y los abusos del poder.
"Navega Mar Adentro"
Como un aporte más a esta reflexión sobre Fe y Compromiso Social, ofrecemos dos párrafos del documento “Navega Mar Adentro”, Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización. Este documento fue publicado por los Obispos Argentinos en mayo de 2003.
CAPITULO III
El contenido de la nueva evangelización
f) La comunión de la Trinidad, fundamento de nuestra convivencia social
67. Dado que la crisis deteriora los vínculos sociales, se hace necesario que, con imaginación y creatividad, todos participemos en la tarea de reconstruirlos, sea en la familia, que es el fundamento de la sociedad, en el barrio, el municipio, el trabajo o la profesión. Urge regenerar una convivencia social justa, digna, honesta y fraterna, que sostenga un sistema político y económico basado en la verdad, la justicia, la libertad, la equidad y la solidaridad. Esto implica rehacer los vínculos y recuperar la política como servicio al bien común, lo cual ayudará a fortalecer el sistema democrático. Somos prójimos cuando nos hacemos cercanos, nos miramos con ternura y nos ayudamos generosamente los unos a los otros, sobre todo, cuando estamos heridos. Aprendemos a caminar juntos si asumimos las crisis de nuestros vínculos como un llamado de Dios para convertirnos, a fin de ser más unidos y solidarios, volviéndonos más familia y más pueblo. De esta manera, podremos reflejar mejor esa comunión maravillosa que reina entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
CAPITULO V
ACCIONES DESTACADAS
Iglesia servidora para una sociedad responsable y justa
c) La Doctrina Social de la Iglesia: participar activamente en la construcción del bien común en nuestra Patria es hoy una necesidad impostergable. Para caminar en esta dirección, se requiere el conocimiento y la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia, inculturada en las nuevas circunstancias históricas del país, como uno de los elementos constitutivos de la Nueva Evangelización. Existen, pero es necesario renovar los esfuerzos para multiplicar la organización de cursos, jornadas, publicaciones de diversos niveles, grupos de estudio y otras iniciativas prácticas, tendientes a la divulgación conocimiento de la doctrina social. La catequesis, en especial la impartida a jóvenes y adultos, es un lugar privilegiado para formar la conciencia moral a la luz del pensamiento de la Iglesia, incluyendo también los grandes temas de la responsabilidad ciudadana: cultural, política, social, ecológica y económica. Esta formación no se orienta sólo al conocimiento de valores y principios sociales, sino a la transformación de la sociedad mediante el testimonio de un trabajo honesto, eficiente y responsable, y la presencia de los laicos en la acción política y en diversas estructuras de la vida social.
Hacer un clic sobre PDF y leer el documento
"Navega Mar Adentro"
274 conversando y respondiendo
614. ¿De qué manera nuestra comunidad trabaja para reconstruir los vínculos sociales?
615. ¿Qué iniciativas llevan al encuentro de la gente en el barrio, las actividades sociales, laborales y comerciales, las iniciativas de política barrial, etc.?
616. ¿Qué camino tiene nuestra comunidad para que conozcamos la Doctrina Social De la Iglesia? ¿Existen cursos, reuniones o publicaciones para este fin?

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Nº 59

Nº 59
En esta edición:
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Organización catequética.
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Coordinación parroquial.
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Etapas de una reunión.
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Navega Mar adentro.
EL ARTE DE ORGANIZAR LA CATEQUESIS EN LAS PARROQUIAS
Introducción
No existe organización sin líderes. “¡Necesitamos líderes!” Este grito resuena en los diversos campos: social, industrial, político y religioso.
Muchos problemas religiosos, principalmente en la catequesis, resultan por falta de organización y de métodos de trabajo. Y no a la falta de líderes.
La Biblia nos ayuda a pensar cómo deben ser los líderes: “Elige entre los hombres del pueblo algunos que sean valiosos y que teman a Dios, hombres íntegros y que no se dejen sobornar, y los pondrás al frente del pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta o de diez.
Ellos harán de jueces para tu pueblo ahora; te presentarán los asuntos más graves, pero decidirán ellos mismos en los asuntos de menor importancia. Así se aliviará tu carga, pues ellos la llevarán contigo.
Si procedes como te digo, Dios te comunicará sus decisiones y tu podrás hacerles frente y toda esa gente llegará feliz a su tierra". (EX 18, 21-23)
La Biblia tiene muchas referencias sobre las cualidades exigidas a los animadores del Evangelio. Veamos: Mt 13,44-50; Mc 4,1-9; 5,21-43; 10,17-31; Lc 7,36-50; 9,1-6; 10,17-24; 15; Jn 8,12; 1Cor 12,31; 13; 2Cor 6, 1-10.
Cualquier equipo de coordinación de catequesis tiene su misión
facilitada cuando refuerza su liderazgo y organización a la luz de
la Palabra de Dios.
Después de planear una actividad, es necesario el trabajo de
organización. Esta etapa comienza con la distribución del trabajo
por equipos y personas.
En la fase de la planificación las responsabilidades son delegadas a determinadas personas teniendo en cuenta los recursos humanos y económicos. La planificación participativa lleva a la Iglesia a ser ministerial y vivir una corresponsabilidad entre sus miembros. Posibilita una Iglesia que viva en comunión y no una organización piramidal.
La organización consiste en poner en orden los esfuerzos, los recursos y la estructura eclesial. Se definen los niveles eclesiales, los mecanismos de coordinación y los primeros responsables, con sus respectivas funciones.
Cada agente de pastoral, para ser eficiente en el desarrollo de sus actividades, es necesario que conozca:
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Sus funciones específicas;
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Quienes son sus colaboradores más próximos;
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De quién depende y quién depende de él.
Es indispensable conocer como están constituidos los grupos de trabajo, los organismos de decisión, etc.

Organización de la catequesis
El equipo de coordinación de catequesis tiene facilitada su misión cuando refuerza, acompaña y organiza los animadores o catequistas a la luz de la Palabra de Dios.
Luego de planear una acción es necesario realizar un trabajo organizado. Esto comienza con la distribución de los trabajos por equipos y personas.
Una buena organización ayuda a alcanzar los objetivos propuestos, a mantener un clima de amistad, a asumir con entusiasmo la planificación y a adoptar una actitud de trabajo en equipo. Pero, es necesario cuidar el todo, no sólo las estructuras, los mecanismos de coordinación, los organismos. Esto constituye la parte estática y lo teórica. La vitalidad y el dinamismo vienen de personas.
El elemento humano es quien da vida a la organización.
Hay diferencias entre una organización formal y una informal.
La organización formal se define por la institución: Por ejemplo: los niveles eclesiales (diocesano, parroquias, comunidades…), los organismos (asambleas, consejos, comisiones, equipos…) y los primeros responsables (obispos, párrocos).
La organización informal se refiere más al elemento humano. No es posible esperar que las personas actúen estrictamente dentro de los marcos previstos por la organización formal. Como grupo de personas, entran en el aspecto como la afinidad, la empatía, el tipo de liderazgo, la capacitación, etc.
Siendo así mismo solo uniendo la organización formal con la informal, poseemos una organización real, es así como ella realmente funciona.
La organización tiene como punto de referencia al párroco o consejo parroquial y el equipo de coordinación de la catequesis quienes dirigen las diferentes actividades.
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Especificar las necesidades reales de la comunidad parroquial;
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Elaborar un programa de acción con objetivos claros;
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Promover y formar a los catequistas;
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Elaborar e indicar los instrumentos de trabajo para la catequesis;
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Incentivar y promover las iniciativas catequéticas de la parroquia;
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Dar atención especial al perfeccionamiento de los recursos personales y materiales;
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Colaborar con otros equipos de la parroquia;
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Lograr que los distintos equipos de trabajo se relacionen e interactúen con la “Junta Arquidiócesana de Catequesis”.
Las principales tareas para la organización catequética parroquial son:
El proyecto parroquial de catequesis
El proyecto integra, de manera articulada, coherente y coordinada, las diferentes tareas y servicios pastorales propuestos por la parroquia para los destinatarios, en las diferentes edades y ámbitos.
Es importante que, con respecto a la catequesis específicamente, la parroquia pueda tener en cuenta todas las etapas de formación de la vida cristiana, desde la catequesis de iniciación con los niños hasta el Itinerario Catequístico Permanente de los adultos.
Análisis de la situación y de las necesidades del catequizando.
Al organizar las actividades catequéticas, la parroquia debe tener como punto de partida el análisis de las situación religiosa, cultural, económica y social de los catequizando; se trata de tomar conciencia de la realidad considerándola en relación con la catequesis.
De manera más concreta, consiste en:
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Tomar conciencia de cómo está situada la catequesis en el proceso evangelizador (Misión y Kerigma “primer anuncio”, catequesis, pastorales específicas, etc.);
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Articular las etapas del proceso evangelizador.
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Tener claridad del contenido y de la metodología que deberá ser utilizada;
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Tener claras las características y las cualidades de formación de los catequistas.
Sugerencia de organización parroquial.


Programa de acción y orientaciones catequéticas.
Después de haber analizado atentamente la situación es preciso formular un programa de acción. Este programa determina los objetivos, los medios pastorales y sus normas.
El programa de acción es de gran utilidad para la catequesis. Aclara los objetivos, unifica esfuerzos y trabaja en perspectiva de una pastoral de conjunto parroquial.
Principios de organización.
Para definir la estructura organizacional de la acción catequética mencionamos algunos principios generales para tener en cuenta:
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Especialización: Son las actividades designadas a cada persona o grupo en torno de una única especialidad.
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Responsabilidad de animación: Cuando se responsabiliza a una persona o un grupo para determinada función es necesario al mismo tiempo otorgarle autoridad para esa misión.
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Definición: La naturaleza del cargo, tareas, actividades, deberes y responsabilidades delegadas deben ser definidas por escrito y publicadas para que sean conocidas por todos los miembros de la organización.
El coordinador de catequesis
El coordinador parroquial de catequesis organiza:
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Las distintas etapas de la catequesis dirigida a las diversas edades y ambientes socio-económicos.
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Los lazos que la catequesis debe mantener con otras pastorales de la comunidad parroquial para mantener una unidad en la fe.
Instrumentos y medios didácticos para la catequesis.
Existen muchos medios didácticos e instrumentos de trabajo que son utilizados en la catequesis: textos, bibliografías, dinámicas, videos, etc. Hay instrumentos catequísticos que son propios del catequista y que este debe tener en cuenta:
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Tener un lenguaje claro y comprensible, que responda a la realidad, que sea apropiado para la fase educativa en la que se encuentra el catequizando.
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Desear tener un mayor conocimiento de los misterios de Cristo, esto es mantenerse en formación permanente.
Coordinación de la catequesis parroquial.
El coordinador de catequesis de la parroquia debe orientarse por Directorio para la Catequesis (DGC 272 a 275).
Hacer un clic sobre PDF y leer
Directorio general para la catequesis
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Dinamizar la catequesis en unión con el consejo parroquial;
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Organizar la actividad catequética partiendo del análisis eclesial, religioso, cultural, económico, político y social de los destinatarios;
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Elaborar un programa de acción que determine los objetivos, los medios de la pastoral catequética, mirando las necesidades de los catequizando con una planificación que requiera de una evaluación periódica;
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Elegir los miembros del equipo de coordinación por un periodo determinado;
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Convocar a los catequistas para participar de reuniones de organización y formación;
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Incentivar y promover la formación de una escuela catequética;
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Dar especial atención a la capacitación de los catequistas que integran el equipo de coordinación, motivándolos a participar en asambleas parroquiales, encuentros especiales y cursos promovidos por la diócesis;
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Elaborar u orientar la preparación de subsidios de acuerdo con las necesidades actuales;
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Motivar y organizar la coordinación de las diversas etapas de la catequesis para que exista una unidad parroquial;
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Establecer orientaciones con respecto a la catequesis en cuanto a la formación continua de los catequizando y los catequistas;
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Elegir representantes para los encuentros catequísticos diocesanos;
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Preparar nuevos miembros para las diversas coordinaciones;
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Informar a la comunidad de las actividades catequéticas;
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Promover encuentros y asambleas para todos los catequistas de la parroquia;
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Armar una lista con los nombres de todos los miembros de la catequesis; catequistas y catequizandos, además los distintos lugares y horarios de los encuentros catequísticos.
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Organizar la contabilidad referente a los recursos de la catequesis;
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Buscar medios rentables para el sustento de la catequesis (venta de libros, de tortas, material religioso, videos, etc.);
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Presentar periódicamente un informe financiero al consejo parroquial.
La coordinación de la catequesis parroquial
Mandato
El coordinador parroquial de la catequesis recibirá el mandato:
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Por imposición de las manos del párroco;
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Por un período preestablecido;
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En presencia de la comunidad para que ésta le reconozca el ministerio.

Las reuniones son indispensables para una organización eficaz.
Pero, ¿Cómo realizar una buena reunión?
Las diversas etapas de una reunión:
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Definir los aspectos del tema que se quiera discutir.
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Analizar las diversas opiniones.
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Elaborar diversas soluciones de acuerdo a la opinión de la mayoría y los lineamientos parroquiales.
Los diversos papeles en el grupo de reflexión:
1. El coordinador
a) Actitudes generales:
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Ayudar al grupo a debatir y a comunicarse;
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Coordinar las ideas del grupo;
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Buscar siempre lo esencial para llegar al objetivo propuesto en la reunión;
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Evitar las discusiones “emotivas en el grupo”
b) Diversas etapas de la reflexión:
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Pedir a los miembros del grupo que presenten con anticipación los asuntos necesarios para hablar en la reunión;
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Organizar el orden del día de acuerdo a las prioridades de los temas a tratar;
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Iniciar la reflexión con sencillez y amistad, buscando siempre el bien común.
En la reunión, el coordinador deberá dar la palabra a todos los miembros, estimulando a los participantes más callados o tímidos a dar su opinión.
Después de la participación de todos los miembros, debe reunir las ideas principales, coordinándolas, sin perder ningún elemento del asunto tratado.
Si alguien se sale del tema en discusión, deberá reconducirlo con delicadeza, haciendo preguntas relacionadas e indicándole pistas.
Después de agotar una reflexión, evite que el grupo se quede divagando en otros asuntos; pasar pronto a otro tema de la reunión.
Elaborar las soluciones, esto es, resumir las ideas discutidas, oyendo la opinión de la mayoría sobre los temas tratados.
2. El secretario
Su función es redactar y presentar el acta de la reunión:
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Resumiendo las ideas principales;
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Indicando el movimiento del debate;
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Dejando bien claras las conclusiones de la mayoría.
3. Los miembros
Deberán procurar colaborar en todos los puntos del orden del día de la reunión y asumir, en conjunto, las conclusiones obtenidas.
275 conversando y respondiendo
617. ¿En tu parroquia existe organización entre los catequistas?
618. ¿Tienen un coordinador?
619. ¿Cuántas veces al año se reúnen?
investigar en internet: https://issuu.com/malarconalvarez/docs/9_la_parroquia_misionera_y_solidari
Hacer un clic sobre Word y leer:
"El servicio del coordinador de catequesis parroquial" y
"La tarea del coordinador de catequesis"
Navega Mar Adentro”
Líneas Pastorales par la Nueva Evangelización
Capítulo IV
CRITERIOS PASTORALES COMUNES
La pastoral ordinaria y orgánica diocesana
La pastoral orgánica expresa el ser de la Iglesia: comunión y misión
70. Estamos llamados a trabajar tenazmente en nuestras diócesis para que el único programa del Evangelio y el proyecto de Dios sea el centro de la vida de cada comunidad eclesial. La Iglesia de Jesucristo subsiste y se encarna en cada Iglesia particular, donde se encuentran todos los elementos eclesiales necesarios para la santificación y la misión de cada cristiano y de todas las comunidades. Es tarea urgente de cada diócesis, presidida por el obispo como pastor, lograr que la fuerza viva de Jesucristo y de su Evangelio llegue hasta el último rincón del territorio y a todos sus sectores y ambientes, evangelizando la cultura. Pero esto sólo es posible con la colaboración de todo el presbiterio, la ayuda de los diáconos, la riqueza de las comunidades consagradas con sus carismas, y la participación activa de todos los fieles laicos. Así la Buena Noticia podrá incidir en la sociedad y en la cultura de este tiempo y de cada grupo humano. Tenemos por delante la apasionante tarea de hacer renacer el celo evangelizador, en el horizonte exigente y comprometido de la pastoral ordinaria. Pero este acento, no significa que cada uno realice sus tareas al margen del resto, sino que desarrolle su misión de un modo armónico e integrado en el proyecto pastoral de la diócesis que surja de un camino de variada participación: es la llamada pastoral orgánica.
71. Para lograrlo se requiere activar, potenciar y enriquecer las estructuras de diálogo y participación en cada Iglesia particular, que produzcan planes donde todos se sientan incorporados. Destacamos aquellos organismos eclesiales previstos en el derecho: los Consejos Presbiterales, los Consejos Pastorales y de Asuntos Económicos, y demás estructuras constituidas para favorecer la actividad pastoral. Con el auxilio de Asambleas del pueblo de Dios y, también, mediante oportunos Sínodos diocesanos, u otras formas de consulta y participación, deseamos buscar el proyecto de Dios para nuestras Iglesias particulares. Invitamos a todas las fuerzas apostólicas: parroquias, comunidades religiosas, colegios y universidades, instituciones, asociaciones, movimientos, grupos y organizaciones laicales, a sentirse llamadas a hacer su aporte, integrándose activamente en la pastoral orgánica de la diócesis, desde su identidad y función específicas.
72. Para asegurar la vitalidad de esta pastoral ordinaria y orgánica sobre todo hemos de retomar con energía el proceso de la reforma y conversión de nuestras parroquias. Cada parroquia ha de renovarse en orden a aprovechar la totalidad de sus potencialidades pastorales para llegar efectivamente a cuantos le están encomendados. Con todos sus organismos e instituciones, ha de asumir decididamente un estado permanente de misión, en primer lugar dentro de su propio territorio, dado que la parroquia es para todos los que integran su jurisdicción, tanto para los ya bautizados como para los que todavía ignoran a Jesucristo, lo rechazan o prescinden de Él en sus vidas.
276 conversando y respondiendo
620. ¿Qué estructura de diálogo y participación existen en nuestra diócesis, según lo que expresa el punto 71?
621. ¿Qué personas de la comunidad han participado de esos espacios?
622. ¿Cuáles han sido los frutos?

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Nº 60

Nº 60
En esta edición:
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Catequesis de iniciación. Eucaristía
-
Catequesis de confirmación.
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Iniciación cristiana de adultos.
ORGANIZACIÓN DE LA CATEQUESIS
Cómo un “caso práctico” de lo reflexionado en el Encuentro anterior sobre la organización de las distintas tareas evangelizadoras, presentamos una experiencia de organización de la catequesis.
Esta ficha es uno de los tantos ejemplos de organización parroquial y su articulación con la catequesis. A grandes rasgos señala los principales puntos que se deben tener en cuenta para el buen desarrollo de la catequesis comunitaria.



277 conversando y respondiendo
623. ¿Qué nos aporta el conocer la organización parroquial catequística?
624. ¿Cuáles de estos aspectos organizativos podríamos incluir en nuestra tarea?
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CATEQUESIS DE INCIACIÓN EUCARÍSTICA PARA NIÑOS DE 9 A 13 AÑOS.
La catequesis de iniciación Eucarística tiene su fundamento en el sacramento de la Eucaristía y debe preparar al catequizando para iniciar su vida de comunión, en la comunidad.
En el contexto más amplio del Plan diocesano de pastoral, «el proyecto diocesano de catequesis es la oferta catequética global de una Iglesia particular que integra, de un modo articulado, coherente y coordinado, los diversos procesos catequéticos» (Nuevo Directorio para la catequesis 422)
El programa de formación cristiana incluye momentos celebrativos alrededor de los sacramentos y momentos de vida de la comunidad para formar a los catequizandos en el espíritu celebrativo del Ministerio Pascual y la realidad de la vida.
Los catequizandos y sus padres deben participar desde el comienzo de la catequesis, de la vida eucarística de la comunidad, por medio de las eucaristías o celebraciones de la Palabra, fiestas, conmemoraciones y encuentros.
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Consejo de Pastoral de la Comunidad.
Siendo la catequesis una responsabilidad de toda la comunidad
cristiana, (DGC 220), el Consejo de Pastoral de la Comunidad
debe acompañar su desarrollo.
Su tarea es:
-
Suscitar en la comunidad el sentido de responsabilidad por
la catequesis;
-
Reconocer y tener aprecio por la misión desempeñada por
los catequistas;
-
Buscar la integración de la acción catequética, sintonizando:
catequesis, liturgia y sacramentos;
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Asegurando la acción catequética con el coordinador de la
catequesis y con los catequistas.
1.2 Orientaciones generales.
La catequesis no es solamente una tarea individual, sino que siempre se realiza en la comunidad cristiana, donde descubrimos nuestra identidad como discípulos de Jesús. El que haya participado de la vida comunitaria asume un espíritu de fraternidad y solidaridad.
1.3 Normas generales para la acogida.
Recibir a los catequizando en nuestras comunidades es un momento especial para la catequesis, porque es allí donde se sienten miembros de la familia cristiana. El equipo que dio la bienvenida introducirá a los catequizados en los diferentes grupos (de los catequizados en general y en aquellos que les corresponda según las diversas edades y recorridos catequísticos) para una mejor integración.
La inscripción se deberá realizar por medio de una ficha parroquial llenada en la comunidad en la que el catequizando vive. En el momento de la inscripción es necesaria la presencia de los padres o responsables. Se debe pedir copia del certificado de bautismo.
1.4 Edad.
Que se respete la edad entre los 9 y 13 años, para la preparación para la primera Comunión, (en nuestra diócesis se comienza cursando cuarto grado de la escuela primaria) y es obligatorio cursar dos años de “Encuentros”.
A partir de los 6 años se pueden inscribir para la pre-catequesis.
1.5 Material para los encuentros.
Biblia (Edición Pastoral). Y libro para el catequizando 1 y 2 etapas, En nuestra Diócesis el libro Arquidiocesano de catequesis recomendado por nuestro Obispo es “El Señor sale a Nuestro Encuentro” de la editorial PPC
1.6 Administración de la comunidad.
En cada comunidad, la coordinación de la catequesis debe estar en contacto con el Equipo de Administración, para planear como se sostendrá la catequesis. Los catequistas no deben costear los gastos de la catequesis por su propia cuenta o por promociones aisladas. Todos los gastos son de competencia del Equipo de Administración de la comunidad, con la participación de los catequistas y las familias de los catequizandos.
1.7 Encuentros con los padres.
Antes de iniciar la catequesis, se puede realizar una reunión de motivación con los padres de los catequizandos para que ellos conozcan el proceso de la catequesis (compromiso formal de la participación en los encuentros y en el acompañamiento de los hijos en la vida comunitaria, sobre todo en las celebraciones eucarísticas). En el primer encuentro, entregarles los horarios de las reuniones catequéticas, de las celebraciones de la comunidad y de las demás actividades.
Los padres son los primeros responsables en la educación de sus hijos, ellos deben ser motivados y acompañados en la catequesis por medio de encuentros periódicos, donde tengan la posibilidad de ver la profundización en la fe y el fortalecimiento de la vida cristiana con:
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Dinámicas de acogida.
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Reflexión sobre los temas sugeridos por ellos mismos en la presentación del camino catequético de sus hijos y en los asuntos de interés comunitario.
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Los encuentros con los padres deberán ser preparados por catequistas y coordinadores de la catequesis y se deben realizar mensual o bimestrales.
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Convocar a los padres o responsables a asumir la participación en las celebraciones eucarísticas de sus hijos, informándoles de la fecha y hora de celebración, la ropa adecuada, los objetos religiosos que deban llevar, etc.
1.8 Encuentro de formación con los catequizandos.
Los encuentros semanales, en el gran grupo de animación o acogida, deben obedecer al día, horario y lugar establecido.
Se debe promover el encuentro de los catequizandos en la comunidad a través de:
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La vida comunitaria parroquial.
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La participación en las celebraciones litúrgicas.
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Las oraciones, rosarios, novenas, fiestas parroquiales y
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La formación bíblica.
1.9 Contenido de los Encuentros.
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El proyecto de Dios (la persona creada a imagen y semejanza de Dios – Jesucristo – la Iglesia);
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Los sacramentos (celebraciones penitenciales: confesión individual y comunitaria – celebraciones de la Palabra y la comunión espiritual).
1.10 Sacramento de la Eucaristía.
Antes de terminar el camino del catequizando hacia la Eucaristía, el catequista debe observar:
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La frecuencia del catequizando en los encuentros;
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La participación de los catequizando en la vida comunitaria (misas,
celebraciones de la Palabra, fiestas y otros encuentros);
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La participación en el sacramento de la Reconciliación;
-
Después de la observancia en estos puntos, el catequista, en unión
con el coordinador de la catequesis debe presentar un perfil de los
catequizandos: el registro de las observaciones del catequista, en
cuanto a la participación de catequizando en la vida comunitaria,
confesiones, etc.
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Búsqueda de una contención familiar, es indispensable la formación del niño en el hogar y el grado de compromiso de los padres con la formación religiosa del niño.
1.11 Valoración y programación del Consejo Pastoral.
El coordinador de la catequesis debe llevar la lista de los catequizandos para el pleno conocimiento del Consejo de Pastoral de la Comunidad para la debida apreciación. Después se la presentarán al párroco, para que sean aprobadas y programadas, las siguientes celebraciones:
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Celebración comunitaria de Reconciliación.
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Renovación de las promesas Bautismales.
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Celebración del sacramento de la Eucaristía, realizada, en lo posible dentro de las fiestas patronales.
1.12 Presentación de los catequizandos.
Los catequizandos deberán ser presentados a las comunidades por el coordinador de la catequesis en las fiestas parroquiales, para que se integren y participen de la comunidad.
1.13 Foto y filmación.
Durante la celebración, es permitido que sólo una persona que esté aprobada
por la coordinación de catequesis a fotografiar y/o filmar, para no perturbar el
clima de la celebración.
1.14 Encuentros parroquiales.
La coordinación parroquial de la catequesis, debe organizar encuentros parroquiales, donde le párroco este presente y celebre la eucaristía bendiciendo de manera especial a los catequizando y realizando el envío de los catequistas para su ministerio.
2) CATEQUESIS DE INICIACIÓN EUCARÍSTICA CON ADULTOS.
2.1. Grupo de edad.
Es aconsejable que sean mayores de 18 años dejando a criterio de cada comunidad la formación de los grupos.
2.2 Vida comunitaria.
Los catequizando deben ser ayudados a descubrir su misión dentro de la comunidad y deben ser orientados para que descubran sus propios dones a través de:
-
Momentos de oraciones y celebraciones.
-
Participación en la vida de la comunidad.
-
Formación bíblica y litúrgica.
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Conocimiento de la pastoral parroquial.
2.3 Entrevista
El catequizando adulto debe ser acompañado a una entrevista con la coordinación de la catequesis, para definir el tipo de orientación o formación que necesita para recibir los Sacramento de Iniciación Cristiana.
El catequizando deberá tener contacto con los coordinadores de diversas pastorales, a fin de descubrir cuál es su lugar en la comunidad, según sus dones.
2.4 Sacramento de la Eucaristía.
La celebración del sacramento de la Eucaristía debe acontecer en una celebración eucarística dominical en la cual el catequizado adulto ya esté participando.
2.5 El camino de la catequesis.
De acuerdo con la reflexión de los catequistas, junto al equipo de coordinación parroquial, la catequesis de iniciación podrá ser realizada en otro ambiente (catequesis en las casas de familia, fuera de la sede de la comunidad), es decir un lugar próximo a la residencia de los catequizandos, dependiendo de la existencia de los medios y ambientes adecuados para la mejor integración de la familia en la catequesis.
3. CATEQUESIS PARA LA CONFIRMACIÓN.
La catequesis de preparación para la confirmación, debe ser fundamentada en la vivencia de la Palabra de Dios. Despertando al joven catequizando para la acción de la Iglesia, bajo la fuerza del Espíritu Santo.
3.1 Grupo de edad.
Se aconseja que el criterio que se elija respete la maduración cristiana.
La Iglesia considera que el mismo debe ser después de los 14 años.
3.2 Bienvenida.
La acogida de los confirmandos debe ser realizada de acuerdo con las
orientaciones de la coordinación parroquial de catequesis y los
coordinadores de confirmación.
Se realizara una ficha de inscripción con datos completos de cada uno.
Se pide el certificado de bautismo y el de la primera Eucaristía.
Durante la preparación el confirmado debe ser acompañado por el animador de la comunidad quien lo guía a descubrir en la comunidad cristiana como su lugar de vida, dentro de la misma descubrirá algún grupo de actividad pastoral para desenvolverse como agente pastoral de la Iglesia de Jesucristo.
Este período termina con la vivencia sacramental del confirmando especialmente en la participación de la Eucaristía, la Reconciliación y en los encuentros mensuales.
La planificación de encuentros deberá ser presentada al coordinador parroquial de catequesis, y los confirmados serán presentados a la comunidad en una celebración comunitaria.
Se deberá acordar con anticipación la fecha de confirmación con el párroco y la coordinación parroquial, verificar si los padrinos se han confirmado.
3.3 Catequesis de confirmación para los Agentes de Pastoral.
Cuando un agente de pastoral aún no fue confirmado, será considerara la catequesis de confirmación según la participación del mismo en algún servicio o ministerio de la comunidad.
4) CATEQUESIS DE INICIACION CRISTIANA CON ADULTOS.
La catequesis de Iniciación Cristiana con adultos prepara los catequizando para:
-
Asumir la fe a partir del ;
-
Vivenciar su comunión con la Iglesia partir del ;
-
Confirmar su adhesión a Cristo y a la iglesia para el
El catecúmeno deberá ser acompañado a integrarse en la vida comunitaria, a través de encuentros parroquiales mensuales (como mínimo doce encuentros) testimoniando su fe con su participación.
En el primer momento se lo deberá acompañar a conocer la vida cristiana, que deberá madurar para poder dar su SI ante la propuesta de Dios.
4.1 Grupo de edad.
Una persona es llamada adulta cuando ha alcanzado la madurez. Esta se expresa por la integración social y el control de las funciones intelectuales y emocionales.
4.2 La bienvenida a la catequesis de Iniciación Cristiana.
El deseo de comenzar el camino en la fe cristiana, por medio de los sacramentos de Iniciación, se formaliza libremente a partir del pedido escrito del propio catecúmeno, a través de la ficha parroquial de la comunidad donde reside. Sin que sus padres o familiares interfieran e independientemente de toda o cualquier circunstancia que lo lleve obligatoriamente a buscar los sacramentos.
4.3 Encuentros de formación con los catecúmenos.
El calendario de Iniciación cristiana incluye reuniones, donde el
equipo de formación organiza los encuentros, en los cuales se
desenvuelven los temas:
-
Formación humana de Cristo.
-
Biblia – EL proyecto de Dios.
-
Jesucristo – Tiempo Pascual.
-
La Iglesia.
-
Los sacramentos (Bautismo, Reconciliación, Eucaristía y Confirmación).
4.4 Sacramentos de Iniciación Cristiana.
En el calendario para la Iniciación Cristiana hay celebraciones planificadas que merecen atención en el programa de la formación de los equipos participantes y los coordinadores.
El camino de inicio se da efectivamente a través de:
-
Celebraciones litúrgicas correspondientes al Rito de Iniciación Cristiana de adultos acompañados por las familias y los padrinos.
-
Celebraciones penitenciales de Cuaresma: exorcismo y unción de los catecúmenos con el óleo.
Recordemos que las celebraciones de los sacramentos para los adultos se realizan en la Vigilia de Pascua o en ocasiones de fiestas y celebraciones dominicales dentro del Templo Pascual.
5) FINALIDAD Y NATURALEZA DE LA FORMACIÓN DE LOS CATEQUISTAS.
La formación procura capacitar a los catequistas para poder transmitir la Buena Noticia. Requiere que los catequistas se formen lo más posible para transmitir el mensaje cristiano.
Para el buen funcionamiento del ministerio catequético es preciso promover:
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La formación en las diferentes etapas de la catequesis;
-
Catequistas con dedicación plena, y tiempo parcial;
-
Animadores y coordinadores de la actividad catequética;
-
Una organización adecuada del proceso de formación;
-
Vocaciones para la catequesis en las comunidades;
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Hacer un clic sobre Word y leer:
"Directorio para la catequesis"
Formación 147 al 149
Niños 236 al 243
Adultos 257 al 265

278 conversando y respondiendo
625. ¿Qué puntos podemos decir que se realizan en nuestras comunidades? ¿Cuáles no?
626. ¿Estamos de acuerdo con este modelo que se nos presenta?
627. ¿Qué cambiaríamos según nuestra realidad comunitaria y que tomaríamos como valioso para llevar a la práctica?
Pastoral Bíblica
Entre las distintas tareas de la evangelización, así como la catequesis es fundamental para formar en la fe a los miembros de la Iglesia, la Pastoral Bíblica es la que permite que toda tarea de la Iglesia sea animada por la Palabra de Dios.
En el año 1994 la Conferencia Episcopal Argentina, a través de la Comisión Episcopal de Catequesis, publicó el documento “Pastoral Bíblica, una impostergable necesidad”.
Tomamos algunos párrafos de dicho documento, que nos da pautas para implementar la Pastoral Bíblica.

Caminos para una Pastoral Bíblica
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Promoción y acompañamiento de Comunidades bíblicas parroquiales/ Grupos o Círculos bíblicos.
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Formación bíblica del pueblo creyente, de los animadores de Grupos o Círculos bíblicos y de los dirigentes en general.
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Organizarse a nivel parroquial, diocesano y nacional, para lograr el intercambio, el apoyo mutuo y la reflexión sobre la Pastoral Bíblica.
Comunidades bíblicas parroquiales o Círculos Bíblicos
Si analizamos nuestros esfuerzos pastorales y sus destinatarios, tal vez comprobaremos que la mayoría de ellos están puestos en los encuentros ocasionales.
Es decir destinados a los que se acercan a la Iglesia con “ocasión” de algún acontecimiento: la defunción de un ser querido, la recepción de un sacramento, los grandes acontecimientos litúrgicos, los acontecimientos festivos: fiestas patronales, peregrinaciones, etc.
Es una dedicación imprescindible que muchas veces despierta la fe dormida, la cual no siempre logra continuar su proceso de maduración por falta de acompañamiento.
Ciertamente la Iglesia siempre vivirá aquello de Jesús: “la mies es mucha y los operarios pocos”, pero: ¿Cómo superar el agobio de los pocos agentes de pastoral que intentan abarcarlo todo si no nos empeñamos por acompañar el crecimiento de fe de nuestro pueblo?
Además, ¿no es la pequeña comunidad el ámbito propio del crecimiento y vivencia de la fe?
Y más aún: ¿Puede haber crecimiento en la fe sin un ámbito que lo sostenga?
¿Qué buscamos?
Promover pequeños grupos de creyentes (cinco o doce personas) que quieran conocer y vivir el Mensaje que el Señor nos da en su Palabra. Pasan sencillamente de la Palabra a la vida y de ésta, la vida, a la Palabra.
¿Cómo surgen?
La experiencia nos va mostrando caminos:
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Como continuación de un curso bíblico en el cual los participantes hayan vivido la experiencia de compartir su fe en torno a la palabra;
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Como fruto de una misión bíblica que haya congregado a los vecinos en alguna casa familiar para orar, para escuchar la Palabra de Dios y compartir su fe en ella;
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Después del paso de la imagen de la Virgen en su visita a los hogares. Allí donde su presencia haya congregado a parientes y vecinos se puede ofrecer el continuar, junto con Ella, escuchando el Mensaje de su Hijo;
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Como continuación de una semana bíblica o un mes de la Biblia;
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Como un modo de Itinerario Catequístico Permanente para los adultos que hayan recibido catequesis previa a alguno de los sacramentos;
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Como continuación de los grupos que hayan vivido la catequesis familiar, etc.
¿Qué metodología utilizan?
Siguiendo a los discípulos que unas veces escuchaban y otras,
conversaban entre ellos queriendo comprender lo que les había
dicho el Señor, los integrantes de las Comunidades Bíblicas se
comunicaban entre sí la experiencia que les ha dejado la Palabra
de Dios.
En el grupo hay un solo Maestro, que es el Señor presente en su
Palabra. Es importante que el animador no asuma nunca el tono
magisterial, apologético o moralista y que todos se iluminen en la comprensión de los pasajes bíblicos mediante las notas de sus biblias y los aportes que se encuentren en las guías.

279 conversando y respondiendo
628. ¿Existen círculos o grupos bíblicos en tu comunidad? ¿Cómo funcionan?
629. Si aún no existen ¿Cómo podrían suscitarse?
Modelo de celebración por las casas para una MISIÓN BÍBLICA
La celebración en las casas tiene por objeto convocar a la familia para rezar juntos por sus necesidades, agradecer los regalos de Dios y que todos puedan recibir el Mensaje de su Palabra.
Es conveniente que en la casa pueda disponerse de un lugar con un cirio, un mantel sobre el cual apoyar la Biblia, y las imágenes religiosas que son objetos de devoción de la familia.
Para comenzar la celebración, el misionero invita a todos a hacerse la Señal de la Cruz y hace una breve oración pidiendo al Señor su presencia en este momento de oración.
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Lee el texto: Lc 19, 1-8 y responde:
630. ¿Qué buscaba Zaqueo con “querer ver” a Jesús?
631. ¿Por qué Jesús quiere alojarse en su casa?
632. ¿Por qué es criticada por los demás esta actitud de Jesús?
633. ¿Cuál es la respuesta de Zaqueo ante esta auto invitación de Jesús?
¿Por qué reacciona así?
634. ¿Podemos relacionar este texto con nuestra vida?
635. ¿Qué significa que HOY llega la salvación a esta casa?

Este encuentro deberá servir para que cada uno pueda hablar con tranquilidad, sin apresuramientos. No olvidar que un misionero es como una “oreja” de Dios: le tocará escuchar el corazón de mucha gente y deberá tener un profundo respeto tanto por las opiniones, como por todo lo que digan las personas hacia las cuales es enviado.
Terminada la reunión, se invita a todos a rezar un salmo.
Cualquiera de estos puede ser el adecuado: 15 (14); 16 (15); 19 (18); 133 (132); 139 (138),1-4.
Luego, el misionero invita a todos a rezar el Padrenuestro, como signo de nuestra condición de hijos de Dios, y alguna oración a la Virgen. Y pidiendo la bendición de Dios para el hogar y para todos los que habitan en él, para que reine la paz y el amor en sus corazones. Se puede cantar algún canto conocido.
El misionero invitará a la familia a la Celebración de la Palabra que se realizará en la Capilla o parroquia de donde se lanzó la misión.